Carátulas de discos, pequeñas obras de arte

Como dice el refrán, no hay que juzgar un libro por su portada. Aunque esto es cierto, a veces el “continente” se hace tan famoso como su propio contenido, llegando en algunos casos a ser incluso más exitoso. Es lo que ha pasado con las carátulas de algunos de los mejores discos de la historia, cuyas portadas se han quedado para siempre en el imaginario de los apasionados y de la gente común.

El ejemplo probablemente más claro de esto es la carátula del album de The dark side of the moon de los Pink Floyd, cuyo autor – Storm Thorgerson - ha fallecido hoy: el triángulo atravesado por un rayo blanco, que al salir se convierte en arcoiris, es un icono intemporal que sigue “vivo” en camisetas y milliones de gadget.

Otra carátula inolvidable es la de Abbey Road de los Beatles. ¿Quíen no se ha sacado alguna vez una foto cruzando la calle sobre el paso de cebra a la misma manera de los Faboulous Four de Liverpool?

También hay que mencionar por lo menos otras tres carátulas históricas, aunque hay muchas más que merecerían ser citadas. La de Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band, siempre de los Beatles, donde figuran los cuatro miembros del grupo llevando sus famosos trajes de colores sicodélicos rodeados de un colage de personajes que ispiraron el grupo entre los cuales Albert Einstein, Marlon Brando, Karl Marx, Sonny Liston, Lenny Bruce.

Otra es la de Nervermind de Nirvana, el niño desnudo flotando en la piscina probablemente es el niño más conocido de la historia. Por último mencionamos la carátula de Bad de Michael Jackson, donde el Rey del pop sale con su típica chaqueta de piel negra sobre un fondo totalmente blanco y con a su lado la escrita “bad” en rojo.